lunes, 10 de septiembre de 2012

Tres pequeños tesoros escondidos...

Efectivamente, "el tamaño no importa", corroboramos el tópico y dejamos claramente escrito que el placer no está del todo ligado con la dimensión de determinadas cosas. Todo es relativo, todo está en nuestra percepción. Las puntas que escalamos ayer, fueron modestas en tamaño pero enormes en cuanto a sensaciones. Como siempre, experimentamos grandes placeres sobre las tres joyas que mostramos hoy, gritamos salvajemente de alegría al alcanzar cada una de sus cimas, disfrutamos con intensidad de sus seductoras formas y texturas, también sufrimos con la dificultad de sus cortos pero intensos pasos, COMO SIEMPRE...

     Escalando en el Pantano de Calanda                                Escalando en La Cañadilla
Sobre el mallo de Gargallo

Evocando una de las imágenes más reconocibles de Leonardo da Vinci y una de las más importantes del Renacimiento, el archi-famoso "Hombre de Vitruvio", parecemos encontrar la solución al gran enigma geométrico que encierra, el secreto de la cuadratura del círculo, la unión indisoluble entre el espíritu y la materia.



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