domingo, 12 de mayo de 2013

Escalada clásica, deportiva y solo integral...

 
El meandro del río Martín desde la cima del Peirón en Obón

Cierto es que cuando se llega a la cumbre de una roca puntiaguda por primera vez, allí donde no hay rastro del ser humano, no queda otro remedio que acceder de un modo ciertamente peculiar. Si no disponemos de medios aéreos o grúas que nos eleven a la cima, el capricho de posarse sobre ella precisa de una escalada donde además de agarrarnos a la piedra con nuestras propias extremidades hay que buscar en ella aquellas oquedades y grietas donde se nos permita amarrarnos y anclarnos en los momentos de reposo y espera. Esto es lo que se conoce como escalada clásica.
Pero sobre el modo concreto de hacerlo se ha discutido mucho y se seguirá discutiendo mientras el hombre sea escalador.
De paso nos subimos al Peirón de Carnerón                                      Javier escalando en la norte de la punta
 
De entrada los términos: clásico, tradicional y conservador a mí siempre me parecieron de un cierto carácter retrógrado y contrarios a la evolución. En muchas ocasiones los defensores de la escalada clásica exigen al resto que no se utilicen anclajes permanentes en la roca argumentando la esencialidad del respeto a la montaña en la que defienden no debe ser  modificado ni el más mínimo grano de roca. También exigen que se mantenga el grado de exposición y riesgo ya que, dicen, este debe ser inherente y palpable en este tipo de actividad. Yo siempre comparo esta opción con una conducción en la que se pide eliminar los frenos del vehículo circulando por carreteras sin guardarraíles y con precipicios a ambos lados.

 Disfrutando de esta luminosa primavera desde la cima

En cambio los hay que prefieren colocar anclajes permanentes utilizando taladros con los que agujerear cada dos o tres metros orificios cilíndricos en los que encajarán perfectamente pernos metálicos irrecuperables que servirán para hacer muchísimo más segura la ascensión y para dejar más claro el itinerario a los que deseen escalarlo posteriormente, convirtiendo así la ruta o vía en una escalada deportiva.
Luis en la excelente y segura roca de Huesa del Común

Dos torres dominando el valle del río Aguasvivas
Desafiando la gravedad...

También queda la posibilidad de subir en solo integral, sin cuerda, sin arnés, donde el escalador además de subir con más ligereza asume un tremendo riesgo, puesto que solo son sus manos y pies, agarrados a una roca que puede no ser consistente, los que aguantan su peso en cualquier circunstancia. Si algo falla, no hay nada más. Bien es cierto que escalando no hay otra forma mejor de respetar la montaña, a no ser que uno decida quedarse en casa y no ir, porque todos los anclajes generan un impacto medioambiental por pequeño que sea, los de la escalada deportiva porque se quedarán siempre ahí y los de la clásica, porque al penetrar en la roca, también la erosionan. Si  metiésemos todo en la balanza diríamos que la sangre también mancha, aunque sea biodegradable.

Para acceder a nuestras puntas la opción más económica en tiempo y dinero ha tenido que ser generalmente la escala clásica, aunque aludiré al refrán “en la variedad está el buen gusto”, porque aunque no sea mi preferido, todavía puedo agradecer cierta satisfacción al estilo clásico más utilizado en nuestro periplo ciempuntesto, por lo menos ahora que ya puedo disfrutar muchísimo más en rutas equipadas de escalada deportiva donde reposar y caerme es un placer que me permite quedarme colgado en las alturas sin sufrir el más mínimo atisbo de miedo ni percibir riesgos mortales.

Sin embargo hoy 11 de mayo de 2013 hemos querido hacer un homenaje a estas tres formas de escalar empezando la mañana en el mismo orden que este artículo: Obón, el Peirón de la Costera Caliente en estilo clásico; Huesa del Común, Aguja Mitochi escalada deportiva y Caminreal, La piedra del Tolmo, en solo integral. Todo depende de que el nivel del escalador esté por encima o no de la dificultad elegida.

  La piedra del Tolmo y las últimas luces del día se unen para volver a convertir este único e inolvidable momento en mágico



No hay comentarios:

Publicar un comentario