Zona de habitual entrenamiento para uno de los miembros de 100 puntas inaccesibles de Teruel.
lunes, 26 de agosto de 2013
miércoles, 21 de agosto de 2013
Castelvispal, Puertomingalvo y Cantavieja.
Infieles a nuestros principios, si es que alguna vez los tuvimos ya que a menudo nuestro criterio fue no tener criterio, nos hemos ido a escalar paredes que bien no eran puntas o eran manifiestamente accesibles.
Inducidos por el ansia de terminar ya nuestras 100 puntas y movidos por el argumento unilateral no compartido de repartir nuestras escaladas por todos los pueblos y comarcas del territorio turolense, esta vez le ha tocado al extremo suroriental de la provincia: Castelvispal, Puertomingalvo y Cantavieja.
El increíble Pozo Azul del río Linares Una ventana natural a la Hundida
Los Tormos de Puertomingalvo,
en el pueblo que tiene las cinco vocales en la sonoridad de su nombre y
palabra, han sido un avistamiento interesante por la cantidad de rocas aisladas
y sobreelevadas en el terreno que forman aquel conjunto de puntas. -“¡A por todas!”- ha sido la consigna
inicial que ha estallado en nuestra mente, pero siguiendo la recomendación
televisiva de nuestra única intervención en “Aragón en Abierto” hemos ido dando
la vuelta a cada punta buscando la ruta de acceso más fácil y, una a una,
han ido cayendo en nuestros brazos sin necesidad de utilizar cuerdas, arneses
ni pies de gato. A pesar de todo en la más puntiaguda de todas ellas, la
segunda que posee rutas abiertas de escalada deportiva, hemos atisbado una
línea clásica de agujeros, grietas y grandes fisuras en bavaresa que nos ha
animado a escalar con los habituales empotradores que se supone nos protegen de
las caídas.
El Salto de la Novia de Cantavieja. Con
las últimas luces del atardecer y apenas destacable bajo el antiguo camino de La Iglesuela , hemos
ascendido la gran roca delgada y afilada que se alza como primer centinela en
la bajada, apenas separada del acantilado madre que flanquea el camino del
Rebollar.
Por lo visto, en tiempos remotos
una prometida enamorada sufrió la incorporación a filas de su futuro esposo y
este fue enviado a la guerra.
Metidos en el diedro-chimenea de la punta de Cantavieja
La larga espera trastornaba a la desesperada
chica hasta que un día el destino hizo que recibiese una carta lamentando la
muerte de su amado. La novia no pudo soportar aquel hachazo que truncaba de
golpe todas sus ilusiones, su amor y su esperanza y determinó
fatalmente arrojarse al vacío desde esta piedra poniendo fin a su vida.
Nosotros fascinados por el
entorno y por la historia oída en boca de los lugareños hemos querido
homenajearla subiendo a ella por la cara menos habitual en nuestras andanzas, a
pesar de que por detrás podía accederse encaramándose uno desde la era.
Mientras empotrábamos nuestros cuerpos en las potentes fisuras y en la chimenea
final, no paraban de resonar en nuestros oídos las canciones de Sabina, quien
afirma que nunca entiende el móvil del crimen a menos que sea pasional. “Y
morirme contigo si te matas y matarme contigo si te mueres, porque el amor
cuando no muere mata, porque amores que matan nunca mueren”.
lunes, 19 de agosto de 2013
Por Cirujeda y Los Alcamines...
Cirujeda por la mañana Los Alcamines al atardecer
Hace demasiados años, tantos que
las gentes de Cirujeda no atinan a concretar ni el siglo, ocurrió un hecho
digno de recordar en la cumbre de este peñasco.
Unos cientos de metros montaña
arriba, todavía se halla en ruinas una de las masadas más grandes de la zona,
el Mas de la Sierra. Una
masada, mas o masía era una casa de campo rodeada de tierras cultivables,
bosques y pastos con capacidad suficiente para su abastecimiento y autosuficiencia.
A veces solían vivir en ellas varias familias que trabajaban para el
propietario y en otras ocasiones solo los llamados medieros que alquilaban en
especie dichas tierras a cambio de entregar la mitad de las cosechas y los
beneficios al dueño.
En cierta época, vivió allí una
bella joven, quizá llamada Isabel, perteneciente a una familia de medieros.
Cuando alcanzó la edad de merecer su deslumbrante belleza impactaba a los
mozos que por allí pasaban e Isabel era a menudo diana de piropos y envites
amorosos a los que rechazaba con elegancia. Pero el capricho de la adolescencia
y la insistencia hizo que Isabel también quedase prendada de alguno de ellos,
aunque la casualidad decidió que los elegidos fuesen dos mozos que a ella le
gustaran por igual y a los que correspondía. Comenzó entonces un peligroso y
clandestino doble noviazgo que solo ella conocía. Pero como los novios acudían
a cortejarla en semanas alternas no había problema de solapamientos y pasaba
lindas tardes con cada uno cada quince días. Sin embargo siempre hay alguien
que no duerme quedando al acecho de cualquier lío amoroso, sin poder poner
freno a su lengua. Pronto los novios, probablemente llamados Felipe y Manuel,
hubieron de recibir rumores sobre aquel engaño al que los tenía sometidos Isabel
y al final el destino hizo que se encontrasen en una taberna para contarse sus
penas, pero lejos de entrar en disputas y peleas entre ellos para vencer al
adversario, la astucia de ambos decidió deshacer aquel entuerto ideando un plan.
Uno de ellos quedaría con ella en la Peñarroya y el otro escondido tras una roca,
comprobaría si realmente era la misma Isabel la que correspondía a las
zalamerías de ambos. Felipe tenía que ofrecerle un regalo pero se lo entregaría
en lo alto de la roca con la escusa de contemplar juntos un magnífico
atardecer.
Cuando llegaron allí Isabel emocionada
desplegó el brillante pañuelo rojo que Felipe le había regalado y se lo colocó
sobre el cuello airosa y presumida, seguidamente Isabel agradecida por el
presente le dio un beso en los labios, al instante salió Manuel detrás de la
roca y enfurecido pidió explicaciones a Isabel, que asustada y aturdida no
sabía articular palabra, solo su llanto arrepentido podía traducirse en una solicitud
de perdón a ambos acusadores. Entre empujones y gritos Isabel era zarandeada y
casí perdiendo el conocimento dejó de ofrecer resistencia cuando ellos
terminaron tirándola peñasco abajo, tal y como habían planeado.
Leyenda, historia o fábula este
trágico y terrible relato durante décadas ha recordado a las féminas de estos
lares injusta, machista y cruelmente, su obligación de fidelidad a un solo
hombre so pena de muerte, puesto que a menudo esta parábola se oía contar en la
tradición oral en tono de advertencia.
La aguja de Cirujeda era pequeña pero matona...
Luis en el diedro final de Peña Amarilla
Una auténtica reunión !!!!!!!
Luis en el diedro final de Peña Amarilla
Una auténtica reunión !!!!!!!
Peña Amarilla. Los Alcamines.
Villalba Alta.
Escondida entre territorios de
masadas y en fuerte contraste con las parameras de Fuentes Calientes y el Mas
de la Cirugeda
se encuentra el profundo cañón del río Alfambra y los estrechos de los
Alcamines, flanqueados en su ladera oeste por un conjunto de cortados rocosos
del Jurásico cuyo color ocre lo ha llevado a llamarse con el topónimo local de Peña
Amarilla.
Hoy acompañados de Iván Ferrer
habitante oriundo y buen conocedor de la zona y de Manolo Soriano habitual
seguidor de nuestro proyecto, hemos venido a buscar una punta inaccesible en
este maravilloso e insólito rincón de la provincia de Teruel, en la que pronto
algunas de sus agujas serán las islas de un pantano que inundará injustamente
zonas que no podrán disfrutar de esa agua embalsada que ocultará maravillosos mundos
de encajonados estrechos rocosos y afiliados bosques de galería con choperas de
ribera.
No está bien que los humanos
abusemos de los recursos que nos ofrece la madre tierra, máxime cuando ya no
son imprescindibles para la vida y dañan castastrófica e irreparablemente el
paisaje que ha dado de comer a tantos antepasados nuestros y a la fauna que
habitó con ellos.
Tenemos demasiados ejemplos de
obras faraónicas en Teruel, que tras su periodo de utilización o sin llegar a
ejecutar su puesta en marcha, han consumido gran parte de los recursos
económicos que correpondían a una población humana en auténtico peligro de
extinción, destruyendo un hábitat que antes era saludable. Minas, canteras,
aeropuertos, pantanos… La presa de los Alcamines va a ser un nuevo ejemplo de
ellos que tarde o temprano acabará colmatándose quedando inservible pero
habiendo desintregrado, de nuevo, un magnífico paisaje de piedra, agua y vida
salvajes.
De punta a punta...lunes, 12 de agosto de 2013
II CONCENTRACIÓN DE ESCALADORES CIRUJEDA
GRA, la vía que más furor causará, sin duda, en la II CONCENTRACIÓN DE ESCALADORES DE CIRUJEDA, el miércoles 14 de agosto de 2013 por la tarde. Está equipada con parabolt, pero posee todos los elementos para poder ascenderla en estilo clásico, por si se atreve algún escalador tradicional con sus empotradores, friends y bagas, protegiéndose por la grieta y puentes de roca para hacer reunión en el matorral superior.
jueves, 8 de agosto de 2013
Escalando por el Matarraña...
Nos ha costado ni se sabe, el juntar un par de días seguidos para venirnos hasta tierras del Matarraña a escalar. Lugares de ensueño al este de nuestra provincia, ya limítrofes con Tarragona y Castellón. Espectaculares paisajes por los que fluye el río que da nombre a su Comarca, testigos presenciales de siglos y siglos de historia.
Martes, 6 de agosto
Nos vamos para las Rocas del Masmut...
Según reza en el cartel señalizador a la salida del municipio de Peñarroya de Tastavins hacia el vecino Fredes, aprendimos que la palabra Masmut tiene su origen en "Mas del Mut" ("Mas del Mudo") o, según el escritor local Desideri Lombarte, en "Peña de los Mas Mudas", tribu nómada de origen árabe que pudo habitar la zona.
Escalamos la Agulla del Tossal L´Hereu, frente a las Rocas, el la cara oeste de la montaña que también le da nombre...
Y terminamos la tarde en Torre de Arcas...
Miercoles, 7 de agosto
Nuevamente el Masmut nos esperaba para comenzar el día. Y lo hicimos en la aguja que no hace mucho tiempo descubrimos en su cara norte. Una pequeña punta separada de las grandes moles de conglomerado, casi invisible desde la lejanía por la envergadura de éstas, pero que encajaba perfectamente en nuestro proyecto.
La "agulla", aunque aparentemente diminuta, apareció ante nosotros enorme y desafiante. Nos guardaba muchas sorpresas... graduada en artificial A2 y un solo spit en mitad del largo más exigente nos hizo pasar miedo ya desde la noche anterior.
Característicos bolos del conglomerado entre los que a veces, si tienes suerte, aparece algún puente de roca
Terminamos la jornada en Ráfales, subidos a nuestra punta 95, un número que aunque exhaustos por esta pareja de intensos días de escalada, nos hizo respirar tranquilos pensando en la tan ansiada cifra que vemos ya al alcance de nuestra mano.
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